sábado, 24 de abril de 2010

viernes, 23 de abril de 2010

"EL SECUESTRO EMOCIONAL"

"Los Secuestros Emocionales son momentos
de "locura" inesperados que nos sitúan al
borde del abismo".

Romero, M.A.




"EL SECUESTRO EMOCIONAL"


Es un concepto que expusimos a nivel teórico en el artículo titulado Inteligencia Emocional: abordaje teórico y que recomendamos su lectura cuando lanzamos este blog. Ahora tratamos de encontrar la forma de llevarlo a la práctica utilizando las herramientas que la IE pone a nuestro alcance.

Decíamos: ¿Cuál fue la última vez que perdimos el control de los impulsos y explotamos ante nuestro hijo, pariente, amigo o paciente...?.

Seguro que si hacemos un pequeño esfuerzo, todos podremos recordar ese momento. Y después, analizando lo ocurrido nos sorprendemos e incluso nos preguntamos ¿cómo he podido decir o hacer semejante barbaridad?, ¿qué ha podido pasar, para que se produzca este comportamiento?.

En definitiva, ¿qué le ocurre al ser humano para que se vuelva irracional con tanta facilidad y casi de forma automática?.

Afortunadamente, la ciencia está hoy en condiciones de responder a estas preguntas. Nos dice que hemos sido víctimas de un secuestro emocional o neuronal, que está relacionado con el Sistema Límbico y más concretamente con la Amígdala.

Pongamos un ejemplo: imaginemos por un momento, que somos portadores de una bomba de la que no podemos desprendernos. ¿Qué haríamos?. Al ser conscientes del peligro que corremos, emplearíamos todos los recursos necesarios para impedir que explotase.

Traslademos este ejemplo al terreno de las emociones. Las emociones son inherentes al ser humano y nos exponen constantemente al riesgo de perder el control.

La buena noticia es que disponemos de Competencias Emocionales (CE), que podemos aprender y practicar. Sirva como ejemplo y a modo de pincelada las tres CE que podemos empezar a poner en práctica cuando nos encontramos en esta situación:

I) La CONCIENCIA DE UNO MISMO, es decir, saber lo que siento frente a la persona que tengo por delante. ¿Qué es lo que me está provocando?...

II) El AUTOCONTROL que nos permite permanecer equilibrados en los momentos más comprometidos.

III) La EMPATÍA o capacidad de ponernos en el lugar de la otra persona. Saber lo que necesita, lo que siente...

Sin embargo, para llegar a la EMPATÍA es imprescindible que tengamos CONCIENCIA DE UNO MISMO; si no soy capaz de saber lo que siento, difícilmente podré intuir lo que pueda sentir la otra persona.

Por último, decir que cuando comencemos a practicar, al principio nos parecerá muy difícil, pero pronto nos daremos cuenta que merece la pena hacer los esfuerzos necesarios para evitar el sufrimiento que nos causan esos estados.

Os animo a todos a que lo comprobéis, seguro que os alegraréis.

Un saludo.

Mª Angeles Romero